La lentitud te da precisión y la precisión, velocidad.

Cuando nos ponemos a aprender un nuevo ritmo o redoble, hay algunos conceptos importantes que debes tener en cuenta.

Es posible que te pongas a sacar un ejercicio y a primera vista la complejidad ya te agobie un poco, después continúas y todo se viene abajo.

Nada… no hay manera! Piensas que esto no es para ti, no tienes ritmo, es demasiado complejo, y crees que sentado en el sofá tus problemas serían menos.

Te voy a enseñar la clave para sacar cualquier ritmo por dificil que te parezca al principio. Lo primero que debes tener en cuenta es que cualquier reto rítmico lo vamos a descomponer en tres fases:

1. Agrupamiento de los elementos que componen la frase rítmica.

2. La repetición como estrategia.

3. Interiorización o aprender a sentirlo.

Vayamos por partes:

1. AGRUPAMIENTO

El ejercicio ante el que nos enfrentamos (ritmo, redoble o canción) está formado por la suma de pequeños trozos
o secciones, que a su vez se pueden descomponer en otros más pequeños.

Una pieza musical se puede dividir en compases, y a su vez un compás se puede dividir en tiempos.

Continúa con el siguiente proceso:

Absorverlo todo: dedica un tiempo a observar o escuchar el ejercicio como un todo.
En el caso de que tengas que aprender una canción con grabación en audio, intenta disfrutarla sin análisis profundos, escucha como todo esta perfectamente enlazado y en su lugar.

Aprovecha el momento, ya nunca volverás a escucharla de esta manera!

Analiza, divide en trozos más pequeños. Descompone un todo en las piezas que lo forman y memoriza esas partes
individualmente.
Empieza por aprender un compás y si no te sale, empieza a trabajar tiempo por tiempo. Primero el primer tiempo,
después el segundo, el tercero… así hasta que tengas todos los tiempos.
Más tarde las volverás a unir en partes cada vez mas grandes (un compás, dos compases juntos, tres…).

Reduce la velocidad. La ralentización te dará buenos resultados y será una forma de no atascarte y reducir la frustración.
Trabajar lentamente te va a permitir prestar atención a esos pequeños errores y de dará mayor precisión en un futuro cercano.
La precisión es un factor importante, debes buscar la excelencia y los límites… siempre! Pero esto será mas
tarde…
Al principio no se trata de lo rápido que puedas hacerlo, sino de lo bien que lo puedas hacer lentamente.

Para resumir podría decir que la lentitud te da precisión y la precisión velocidad.

Empieza con una velocidad muy baja y cuando domines el ejercicio ve subiendo progresivamente de velocidad.

 

 

2. REPETICIÓN

La práctica no te hace perfecto, la práctica pefecta te hace perfecto.

A la hora de construir una habilidad la repetición es clave. Pero recuerda que debes corregir los posibles
errores que cometas y buscar la perfección.
Si estás repitiendo una y otra vez el ejercicio con errores será fatal para tí, ya que los integrarás en la
ejecución final.

Intenta practicar lo más regularmente posible. Es mejor hacerlo media hora al dia que estar 4 horas un día y no
volver a tocar en una semana.

 

 

3. APRENDE A SENTIRLO

Practica con concentración y motivación.
Percibe la sensación de fluir con la música y con el instrumento.
Sé consciente de que al principio no podías tocar ese ritmo y ahora ya lo tienes, lo conseguiste.
Inclúyelo en tu forma de tocar y hazlo tuyo.
Dále un sentido.

 

 

Teoría musical

Recuerda que tienes un pdf con un poco de teoría musical básica… o puedes ver el vídeo si te resulta más ameno.
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